MICROFOTO. El churrero de la plaza Sarah Bernhardt está escarmentado de los robos en su caravana. Por ello ha pegado este mensaje en la puerta: «No entrar. No hay nada de valor. Ni dinero».
MICROFOTO. El churrero de la plaza Sarah Bernhardt está escarmentado de los robos en su caravana. Por ello ha pegado este mensaje en la puerta: «No entrar. No hay nada de valor. Ni dinero».